Comer con alguien con sobrepeso influye en las porciones y calidad de lo que comes

07/10/2014 - 12:00 am

Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).- Después de leer esto, quizás pienses mejor quién será tu próximo acompañante a la hora de la comida, pues un estudio de las universidades de Southern Illinois y Cornell, en Estados Unidos, concluyeron que si compartes la mesa con alguien que parece, o está pasado de peso, te vuelves más propenso a comer de manera más abundante y poco saludable.

Investigadores en el área de psicología de la alimentación estudiaron a 82 personas, distribuidas en grupos de ocho, formadas en la fila de un desayuno, en la que al inicio de la línea había una actriz que hacía llamar la atención hacia ella al hablar en un tono de voz alto para llamar la atención.

En unas ocasiones, la mujer tomaba más ensalada que pasta y en otras hacía lo contrario, además de que algunas veces vestía un disfraz que la hacía ver como una persona con sobrepeso.

Los resultados, publicados en la revista Appetite, concluyeron que cuando la actriz parecía estar obesa, independientemente de si tomaba más pasta o ensalada, el resto de las personas de la fila se servían siempre mayor cantidad del platillo lleno de carbohidratos.

Foto: Shutterstock
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“Estos estudios demostraron que las personas tienden a comer mayores porciones de comida poco saludable y menores cantidades de alimentos sanos cuando están comiendo con una persona pasada de peso”, se lee en las conclusiones recogidas por el diario The Atlantic.

La explicación que se da ante este fenómeno es que ver a alguien que no es la imagen perfecta de la salud, puede “amortiguar” los objetivos personales relacionados con este aspecto, así, una persona que planea elegir de manera saludable sus comidas, se puede sentir menos motivada para tomar estas decisiones cuando ve a alguien que encarna los resultados del comportamiento contrario.

Esto contradice los resultados del experimento que en 2010 realizó la Universidad de British Columbia, en Canadá, al examinar a 210 estudiantes que vieron una película acompañados de una persona delgada (48 kilogramos) que excedía sus porciones de golosinas ofrecidas durante la proyección, mientras que otra parte del grupo compartió la velada con una persona que aparentaba sobrepeso y también comía de más.

Ahí se determinó que quienes estuvieron con la compañera delgada comieron también más dulces, mientras que los de la acompañante con obesidad se moderaron. Esto debido a que ver a alguien delgado mientras come de más, otorga un “permiso implícito para imitarla”, pues deja con la idea de que si ella puede comer así y estar en buena forma, también lo pueden hacer los demás, determinaron los investigadores.

A lo largo del tiempo, distintos estudios también han señalado que otros factores como la iluminación (las luces bajas llaman a la desinhibición y propicia ingerir más alimentos), la música (cuando es suave se puede comer y beber por más tiempo) o el tamaño de los platos influyen también en la cantidad de alimentos que consumirás.

 

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